Vivir en Casa’ pone en marcha ‘Social Living Lab’, un laboratorio tecnológico de evaluación de la dependencia pionero en España

  • La denominada casa consciente permite abordar diversas aplicaciones y sistemas para atender a las personas en situación de dependencia en sus hogares, gracias a los últimos avances en el campo de la domótica y la robótica. El laboratorio de evaluación fue inaugurado hoy por el viceconsejero de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad de la Junta de Andalucía, José Repiso Torres y el vicerrector de Investigación y Transferencia de la Universidad de Málaga, Juan Teodomiro López.

El Social Living Lab o laboratorio de evaluación pionero a nivel nacional es un espacio de demostración y ensayo para investigar, formar e implementar en entornos reales de personas mayores, en situación de dependencia un modelo de intervención integral, flexible y personalizado, el cual incluya avances tecnológicos, que favorezca y posibilite su permanencia en el hogar.

Un proyecto de investigación donde la robótica y la domótica se pone al servicio de las personas. Dispositivos, sensores y cámaras inteligentes, robots sociales, andadores adaptados, eficiencia energética, inteligencia artificial, realidad virtual… avances tecnológicos que facilitarán la vida de las personas en su entorno.   

La denominada casa consciente para experimentación fue inaugurada hoy por la viceconsejero de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad de la Junta de Andalucía, José Repiso Torres y el vicerrector de Investigación y Transferencia de la Universidad de Málaga, Juan Teodomiro López.

El proyecto ‘Vivir en Casa’ supone una inversión de 2.294.000 euros con cargo a los fondos europeos procedentes del mecanismo para la Recuperación y Resiliencia, dentro de los cuales se contempla la creación de este laboratorio, ubicado en calle Amaranto. El inmueble, de 160 metros cuadrados, se encuentra situado junto a la residencia de mayores de la Junta de Andalucía del distrito de El Palo.

El complejo busca la proximidad y similitud con el interior de una casa, recreando para ello un hogar adaptado a las necesidades de diversos perfiles de usuarios, contando con un amplio salón que permite la evaluación y experimentación de dispositivos y sistemas; así como otras habitaciones con una sala comedor, cocina y dormitorio con cuarto de baño donde se exhibe las últimas tecnologías en atención domiciliaria. También cuenta con tres despachos de trabajo para el análisis y estudio de datos.

En el ámbito de la domótica la vivienda funciona de modo sostenible, generando energía a través de placas solares que permiten poner en marcha los sistemas integrados en su interior. En las habitaciones se localizan sensores de movimiento y monitorización, detección de humo o apertura de puertas, así como un sistema centralizado que permite activar y controlar la iluminación de las habitaciones a través de dispositivos móviles.

Entre algunas de las innovaciones domóticas se cuentan con pantallas de televisión que permitan realizar videoconferencias en salón y comedor, en la cocina un frigorífico que permite visualizar los productos en su interior y realizar pedidos automáticos según la necesidad, papeleras inteligentes que se abren por la proximidad del usuario, cama articulada en el dormitorio así como un sistema de geolocalización para establecer la ubicación precisa de la persona dependiente cuando se halla fuera del hogar y que mide sus parámetros de salud para poder actuar en caso de emergencia.

En el campo de la robótica aplicada a lo social, se encuentran los denominados robots de sobremesa con el modelo ‘Zenbo’ y “Nuka”, de pequeño tamaño y fácilmente transportable, que permite una interacción con la persona mediante recordatorios, agenda y calendario, así como diversas actividades de entretenimiento y ocio.

Además, también se testean robots de mayor tamaño y de telepresencia, modelos ‘TEMI’, ‘James’ y ‘GoBe’, que se pueden desplazar hacia cualquier punto del hogar y que permiten acompañar a la persona. Disponen de pantalla que permite realizar videoconferencias con familiares y profesionales, y pueden realizar consultas a la persona usuaria para comprobar su estado de ánimo y salud, interactuando con ellos a través de reconocimiento facial o de voz.

En lo que se refiere a la sensibilización y concienciación, ‘Social Living Lab’ cuenta con el denominado traje de empatía, que permite realizar una simulación de determinadas afecciones y alteraciones físicas que permiten a los asistentes sociales ponerse en la piel de una persona que las padece, como puede ser en casos de lumbalgia, temblor de manos o falta de visión y audición.  

«Social Living Lab» se encuentra abierto tanto a investigadores universitarios como para profesionales del ámbito de la dependencia, al igual que para entidades públicas y privadas que busquen la aplicación, experimentación y testeo de sus innovaciones tecnológicas dentro de los servicios sociales.

El proyecto ‘Vivir en Casa’ se encuentra liderado por la Facultad de Estudios Sociales y del Trabajo de la Universidad de Málaga y la Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad de la Junta de Andalucía, a través de los fondos Next Generation UE y el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que aborda e investiga nuevas posibilidades que favorezcan y posibiliten que los usuarios puedan permanecer en su hogar.

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